El plan integral para las personas sin hogar elaborado por el Ayuntamiento de Zaragoza y distintas entidades sociales pone en evidencia un hecho descorazonador: aumenta el número de jóvenes que viven en la calle. Si en el 2016 los menores de 25 años que vivían en la calle eran un 7% de los usuarios del albergue municipal, el pasado año este porcentaje se incrementó hasta el 17%. Aunque la casuística de estas situaciones es muy variada y hasta difícil de cuantificar, el aumento de jóvenes que necesitan el apoyo de instituciones para sobrevivir en lo más elemental es un mal augurio tras los años de crisis, que ya elevaron el uso del albergue en los mayores. Urgen medidas de prevención para estos jóvenes.