Cada vez son menos los supervivientes de Auschwitz. Por ello, el 70° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi por las tropas rusas reviste un carácter especial. Hay todavía memoria viva de lo ocurrido en aquel lager de muerte, pero pronto será ya memoria histórica. Desaparecerán los testigos directos, pero lo que no debe desaparecer es el recuerdo de la mayor atrocidad cometida en Europa en el siglo XX. ¿Cuántas veces se habrá dicho y repetido "nunca más"? Pese a ello, Camboya o Ruanda demuestran que hay que seguir repitiéndolo. El Holocausto ocurrió porque había unas mentes criminales que lo idearon y lo ejecutaron, pero fue posible porque antes había habido un estado de opinión que menospreciaba a determinados colectivos, la población judía. Los pogromos de Rusia o Europa central y oriental ya fueron un anticipo de lo que el nazismo convertiría en una política de exterminio a escala industrial. Por eso hay que estar vigilantes, porque la semilla del odio al otro, al que es diferente, sigue anidando. Tenemos el deber de memoria.