Las relaciones entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la empresa adjudicataria del servicio de autobuses urbanos (AUZSA), cuyo gerente es Manuel Ramo, no van mejorando. Ahora es la compañía la que se niega a sacar a concurso la auditoría externa de las cuentas de la contrata que exigen los pliegos. En el ayuntamiento se preguntan si la compañía tiene algo que ocultar. No hace falta interrogarse con preguntas cuya respuesta debe contenerse en el análisis de las cuentas de la adjudicataria. La auditoría es obligatoria, la haga el consistorio con sus medios o una consultora externa que gane el concurso. No queda más que agilizar la decisión y que se conozca lo que por ley debe hacerse. Mientras tanto, empresa, trabajadores y hasta el consistorio, que centren sus esfuerzos en lograr el acuerdo que acabe con la huelga.