Ayer comenzó el derribo de la parte no catalogada de Averly por la inmobiliaria que adquirió esa industria hace unos años. A las pocas horas, colectivos ciudadanos se movilizaban contra la "pérdida" de parte del patrimonio fabril de la ciudad, y el equipo de gobierno municipal animaba a los vecinos para acudir en masa a protestar. No se puede hacer demagogia. La responsabilidad del derribo deviene de un plan urbanístico que permitía construir viviendas y si no ha podido evitarse es porque ese mismo equipo que jalea a las masas ha sido incapaz de hallar la solución, permutando el solar por otro.