Agosto duele en el asfalto para los que nos quedamos trabajando en las ciudades. Se sufre el calor pero tienes la recompensa del espacio. Tu soledad está algo más ancha y tienes la sensación de que las calles son un poco más tuyas. Me duró poco esta pulsión terrateniente. Al caminar por la calle Asalto, unas terrazas llenas de gente me impedían seguir mi paso. Varios bares habían dispuesto mesas a los bordes de la acera, dejando un pasillo central por el que podían pasar los viandantes. En un tramo de la calle, la acera se estrecha. A los lados seguían las mesas sin que dejaran espacio para andar entre ellas. Habían privatizado la calle.

Denuncian a un hotel por cobrar el aire acondicionado. Tres euros al día cuesta hacer uso de la climatización. Esto no es nada, ya hay sitios donde te cobran por respirar. En un aeropuerto de Venezuela instalaron generadores de ozono y así pudieron cobrar una tasa por usarlo a todos los viajeros. En China cada vez se hace más complicado respirar aire que no esté contaminado. Algunos restaurantes han dispuesto en sus locales unos aparatos purificadores para que el cliente se oxigene mientras come. En la factura se incluye el precio del menú y el de respirar. El aire se ha convertido en una mercancía, como la sangre.

La Comunidad de Madrid tiene un convenio firmado con Cruz Roja para que esta se haga cargo de las extracciones de sangre en la calle. Los madrileños ya han pagado 16 millones de euros por este acuerdo que entró en vigor en 2014. Empleados del servicio público de extracciones han llevado a los tribunales este convenio ya que consideran que es innecesario y gravoso para las arcas públicas. Se fijó en 67 euros el precio por bolsa de sangre. Los trabajadores no entienden por qué este precio y no otro, ya que no hay ningún documento en el convenio que justifique la fijación del coste. También denuncian que Cruz Roja no ha podido cumplir hasta ahora las previsiones establecidas. No ha obtenido tantas bolsas como se había comprometido en el convenio. Sin embargo, este sí recogía que el pago, mensual, sería del 95% de la doceava parte del importe anual previsto. Es decir, se cobra como si se consiguiera el 95% de las bolsas fijadas, con independencia de que finalmente se obtengan o no.

APENAS HAY fuentes públicas de agua en nuestras calles. Y los bancos cada vez son más escasos, pequeños o incómodos. Sé de algunos que siempre están vacíos porque es imposible que en ellos se siente un cuerpo humano. Te vas de vacaciones para madrugar y poder plantar tu sombrilla en primera línea de playa. La saturación obliga a lindar el territorio. Rodeas tu hamaca con un montículo de arena. Así evitas que te coma terreno el vecino al mover la toalla. Decían en el informativo que se ha llegado a alquilar un colchón en la terraza como habitación de veraneo. Hasta la miseria se parcela. Esto que escribo no vale nada, por eso nadie intenta comprarlo. Comunicadora