El aeropuerto de Zaragoza no va a tener buenos resultados anuales en cuanto a tráfico de mercancías se refiere a final de año. Si todo sigue como hasta octubre, la caída de negocio con Rusia va a significar un retroceso en la buena marcha que la instalación aragonesa había llevado en los últimos años. No ocurre lo mismo con el tráfico de pasajeros, que gracias a los vuelos veraniegos, este año va a remontar. No es grave, pero sí que debe alertar al Gobierno de Aragón en la promoción --junto a Aena-- de esta infraestructura. Es evidente que aunque el aeropuerto pueda tener buenas cifras de tráfico de viajeros, Zaragoza debe echar el resto en las mercancías. Ahí están los datos, codeándose con Barajas y El Prat. Por eso hay que seguir echando lazos en busca de empresas. Esa es la tarea que no debe olvidar el Ejecutivo de Lambán.