Lo que ha sucedido esta temporada con Willian José es un caso verdaderamente extraño. Se trata de un jugador que ha dado problemas al Real Zaragoza sin ser problemático, más por inacción que por acción. Así, por su falta de sociabilidad y de adaptación, el origen de todo este conflicto pacífico, ha vivido casi toda la Liga sin pena ni gloria. En el banquillo y siendo un jugador intrascendente, condenado a minutos testimoniales en los finales de partido y en los que él tampoco ha hecho nada significativo para merecer otro rol menos residual.

Ahora que el equipo encara la fase decisiva de la temporada, la desafortunada lesión de Borja puede abrir un escenario insospechado y darle otra oportunidad al brasileño, que tiene calidad y capacidad para hacer gol. Siempre las ha tenido. En un mes sabremos con certeza si Willian era un gran problema o una estupenda solución.