Boicot, esa es la palabra que define la voluntad de distintos sectores educativos ante la implantación de la LOMCE impulsada por el ministro José Ignacio Wert. Es también el mensaje de participación difundido a través de las redes sociales para contrarrestar las pruebas de evalución que hoy se inician en 3° de Primaria y contestadas por sindicatos, familias y colectivos. De hecho, la filtración a través de un blog de las preguntas que podrían entrar en la reválida es una demostración del grado de enfrentamiento ante la decisión ministerial y de la consejería. Una ley que no goza de aceptación.