Los inmigrantes siguen encontrando serias reticencias para poder alquilar alguna de las 25.000 viviendas vacías que hay en Zaragoza, pese a formar un colectivo que no ofrece más problemas que los que otros inquilinos españoles. Lo dice un informe de la secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de UGT, que ha logrado arrendar 375 pisos a través de la bolsa de vivienda que crearon en 2001, junto con la CAI y la DGA. La bolsa de vivienda no solo pone pisos de alquiler en el mercado, lo hace con total garantía, ya que ha establecido un sistema de mediación, arbitraje y control para resolver conflictos y asegurar pagos.