Hay estudios que establecen una relación directa entre las canciones violentas y las reacciones agresivas de algunos jóvenes. Muchos adultos que cuando jóvenes han cantado auténticas burradas del tipo La mataré de Loquillo o Voy a asesinarte, nena de Siniestro Total, apología de la violación como la que hacían Los Ronaldos, de acoso, muy Police, o de violencia extrema -desde Guns and Roses a Extremoduro, Marilyn Manson o Leño-- y no matarían ni a una mosca, considerarán exagerada cualquier equivalencia. Muy cierto, brincar con un narcocorrido no te lleva de cabeza a volarte la cabeza, pero a saber qué tararean los hijueputas que acosan y matan a las mujeres que los rechazan. Un estudio de la Pompeu Fabra demuestra que los humanos estamos perdiendo sensibilidad ante la violencia y el sexo, y prueba de ello es que Tele 5 ha fichado para asesorar a jóvenes concursantes a un cantante colombiano que promueve la violencia machista. Maluma se llama este semental, un ídolo de masas como atestiguan las 185 millones de visitas en Youtube de su último éxito: Cuatro Babys. Me temo que este mequetrefe debe parte de su éxito a las plataformas que recogen firmas para la retirada del videoclip. Yo no había oído hablar de él en mi vida, pero una de las visitas es mía. Y sí, me repatea las tripas escuchar estas cosas aunque no afecten a mi sobrada adultez, y me inquieta cómo pueden afectar a quienes no son educados en igualdad. Y me horrorizan también las chicas que corean esa mierda que canta Malú: «Toda entera y tuya aunque mi vida corra peligro».