Hemos oído mucho de burbujas en estos últimos años, la más reciente la burbuja inmobiliaria, pero pocas veces de la existencia de una burbuja financiera. Hablamos todos los días, con desasosiego, con temor y con enfado, de los mercados financieros pero no oímos hablar de burbujas financieras. No se habla de que los activos financieros (acciones, bonos, obligaciones, préstamos en general) estén sobrevalorados y que, en consecuencia, deberían reajustar su precio. Por ejemplo, cuando se dice que el "sistema bancario en la sombra" representa 10 veces el PIB mundial, ¿en qué activos se soporta?¿No se han plasmado en beneficios ficticios los sucesivos beneficios ficticios de las sucesivas burbujas?. No es ningún juego de palabras.

Los activos financieros, como los inmobiliarios tadavía, están sobrevalorados y de ahí esos movimientos compulsivos cuando tratan de esquivar las pérdidas del valor que representan. ¿Debe el estado o un deudor en general ajustar el valor de los activos financieros y cumplir sólo parcialmente con los compromisos? ¿Y si se trata de títulos de renta fija, no sujetos a los avatares del mercado, como la renta variable?

No tenemos precedentes de una crisis similar, podría decir el Estado. ¿Se va conformar el titular de ese activo con recibir un importe menor del que contrató?¿Le puede interesar cobrar menos? ¿Nos puede interesar a todos ese "pinchazo" del valor del activo? ¿Cómo se puede hacer?

Desde luego, a nadie le gusta perder lo que tenía, máxime cuando le asiste el derecho: el acreedor de una deuda tiene derecho, en principio, a cobrarla. Sin embargo, las posibilidades de que ésto no ocurra puede inducirle a aceptar un menor valor de la misma ante un riesgo de pérdida mayor. La reducción del valor de las deudas de países, empresas y economías domésticas, permitiría recuperar el crecimiento económico. Es decir, una pérdida coyuntural podría llevar a ganancias futuras que la compensasen. O sea, que pinchar la burbuja financiera interesa, no sólo a los parados y al conjunto de la economía en general, sino que incluso a lo titulares de activos financieros también les puede interesar. ¿Por qué no se hace?. La diversidad de activos, condiciones, lugares, titulares, situaciones, etc. hace difícil, por no decir imposible, buscar un punto de encuentro y conseguir un acuerdo. Si las deudas estuvieran en una sola mano, ya estaría resuelto. En otro caso, se convierte en un juego de suma cero, lo que gana uno es porque lo pierde otro.

Hay dos formas de "pinchar" la burbuja. Una es mediante una inflación sostenida, cifrada por algunos en una banda de entre 4-6% (Rogoff, FMI). Es una forma de reducir en el tiempo el valor de las deudas. Es una forma relativamente indolora pero con efectos en el medio y largo plazo y con alguna consecuencia no deseada acerca de las rentas menos protegidas, pensiones por ejemplo.

La otra forma sería la tradicional quita (reducir el valor de la deuda, reducir intereses o aplazar amortización) que se hace en determinadas circunstancias a los acreedores cuando los deudores no pueden pagar. Es de imaginar el rechazo de los acreedores ante esta situación, pero sería la medida que con más rapidez podría llevarnos otra vez a la senda del crecimiento y resolver los graves problemas que la crisis supone, entre otros el desempleo masivo. En mi opinión una quita generalizada pero graduable podría ser efectiva contra la crisis. Sería una medida de choque a lo Krugman-Stiglitz para revitalizar en poco tiempo el crédito y el crecimiento.

Desde luego, los efectos inmediatos serían seguramente peores que lo de Lehman Brothers pero se saldría antes de esta interminable crisis. Sería también una medida justa. Ha habido muchos deudores, hipotecados, irresponsables, pero muchos más prestamistas irresponsables que concedieron préstamos que no deberían haber dado. Como de esta medida no se habla, presumo que vamos a tener sequía crediticia y sobresaltos financieros durante un largo periodo, y al final, ...ya veremos. En mi opinión, el volumen de activos financieros por el mundo es tan ingente que con la capacidad de todo un Banco Central europeo, o la Reserva Federal americana, no se alcanzará a neutralizar una crisis tan profunda.

Hay en estos momentos una condición importante que podría hacer más factible una quita: a ambos lados del Atlántico hay burbuja financiera y se están planteando problemas parecidos, con lo que la fuga de capitales y los desplazamientos de los mercados financieros es más difícil. Pero quien manda, manda y los mercados financieros, y sus mandados, los responsables políticos de la mayoría de los países occidentales, no parecen estar por esa labor. Es más, las últimas propuestas van por los caminos de sostener los activos sobrevalorados, sean inmobiliarios o financieros: reducción del IVA a compras de viviendas nuevas en nuestro país o que los rescates se soporten con las reservas de oro. Nada de tocar los activos de los irresponsables bancos alemanes, franceses, ingleses,...

¿No se decía que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades?. Pues algunos, parece que no y pretenden seguir así, como si nada. Hasta que no haya más remedio.