En este mes se cumplen 100 años de la fundación del Cabaret Voltaire. Se encontraba en Zúrich y tenía fines artísticos y políticos. En él surgió el movimiento Dadá, palabra que no significaba nada concreto según las explicaciones de sus miembros y de su mayor representante Tristán Tzara. Su mensaje consistía en una sucesión de pensamientos y manifestaciones que no tenían una lógica, se caracterizaban por ser provocadoras, un anti... lo que sea. Como movimiento artístico tuvo una importancia histórica pues fue precursor del surrealismo, y en su contexto habrá que dejarlo. Pero por ser su cumpleaños y por la histriónica similitud con nuestra actual situación política, junto con las acciones u omisiones de quienes nos gobiernan, no puedo más que evocarlo para intentar entender lo que está pasando en nuestra sociedad. Veo que nuestro tiempo se me asemeja a una especie de cabaret pero no Voltaire (en honor al filósofo) para nuestra desgracia, porque si la ilustración se instalara en la sociedad y en nuestros políticos, los nubarrones se disiparían con la luz de la razón, combatiendo la ignorancia y el lado más indigno y absurdo. Entonces leo que: Sanidad prevé 26 millones para derivar operaciones a la privada, el PP ya lo hacía y fue duramente criticado por el PSOE. Los trabajadores de AUZSA, con su huelga salvaje, ningunean a los usuarios y piden a estos una caja de resistencia. Aún encima nos agobian con el viejo zika, lleno de hipótesis y poca evidencia científica, al menos no es mortal y el miedo no es comparable a la gripe A, que en España nos decían que íbamos a caer como moscas. ¿Moscas?... ¿hormigas?... imagen surrealista. En eso estamos.

Pintora y profesora