El sector turístico aragonés --en especial el de la nieve-- ha cerrado las vacaciones de Navidad con un balance más que positivo gracias a la disposición de las fiestas en el calendario de este año. Han sido tres puentes de tres días que han hecho que algunos valles pirenaicos hayan rozado el lleno. Y eso que no ha caído ni un copo, pero las bajas temperaturas han mantenido la nieve de noviembre y se ha podido fabricar más. Ahora, a esperar las precipitaciones.