Esta atracción turística, la «cámara oscura», basada en el efecto óptico mediante el cual se puede observar en vivo y en 360 grados ciudades como la andaluza Cádiz, la portuguesa Lisboa o la escocesa Edimburgo, nos sirve como metáfora para valorar lo que suponen los Presupuestos Generales del Estado para 2018.

Si queremos contemplar «la perspectiva y la panorámica» que nos muestran estas cifras tenemos que desplazarnos en el tiempo, y también en las formas, ya que el Consejo de Ministros los aprobó, el pasado mes de marzo, sin contar, una vez más, con Aragón, incumpliendo nuevamente con lo dispuesto en el Estatuto de Autonomía. El artículo 109.2 concretamente atribuye a la Comisión Mixta de Asuntos Económico-Financieros Estado-Comunidad Autónoma de Aragón una serie de competencias, entre otras: «Estudiar las inversiones que el Estado realizará en Aragón». Un año más, ni estudio, ni consulta, ni acuerdo. Lo aprueban, desde la óptica de Rajoy, con una estrategia totalmente estudiada para seguir dando pasos hacia la recentralización en lugar de hacia el federalismo político.

Y si seguimos dentro de la «cámara oscura» de estos Presupuestos Generales del Estado, vemos como el negro es el color que mejor describe este «agujero del túnel» en el que se quedan hasta 30 proyectos de inversión en Aragón, que año tras año se repiten, una y otra vez, en los P.G.E. De este modo entendemos mejor datos tan reveladores como que ni una sola de las diez autovías proyectadas en Aragón todavía esté completa. La inversión del Estado se ha reducido a más de la mitad en esta última década. Concretamente, desde 2009, último año en el que se superaron los mil millones de euros, hemos pasado a los 437 millones de euros previstos a invertir en Aragón durante este año. Hablamos además de previsiones iniciales porque si nos fijamos bien la realidad demuestra que al final se dejan de invertir millones y millones de euros. Un dato, un ejemplo de esta visión global: hasta 600 millones de euros de los previstos en los presupuestos dejaron finalmente de invertirse en Aragón, por parte del Ministerio de Fomento en el periodo del 2009 al 2013.

Y mientras Ciudadanos afirma que los apoyarán, a pesar de reconocer que son insuficientes para Aragón. ¿Éste es el modo que tiene la nueva política de cumplir los compromisos públicos con nuestro país?

Si cambiamos nuestra perspectiva, desde lo aragonés a las políticas del Estado, es cuando la cámara oscura se transforma en la de los «horrores y errores» que se perciben en el concepto que Rajoy tiene de la inversión en políticas sociales.

Descubrimos, por ejemplo, que, a pesar del Pacto de Estado contra la Violencia Machista y del masivo llamamiento en las calles del pasado 8 de marzo, se rompe este acuerdo y en lugar de incluir los 200 millones de euros acordados, a lo largo de cinco años, no se llega ni a la mitad en estos presupuestos.

O por citar otro ejemplo: el soporte económico para mantener el sistema de la dependencia. Si el año pasado la Administración General del Estado soportó el 20% fueron las comunidades autónomas las que asumieron el 80% restante. Estamos muy lejos, por tanto, del reparto de la carga que marca la propia ley para cada administración, el 50%. Así que la ínfima subida prevista por el Gobierno de España en estos Presupuestos Generales del Estado apenas servirá para mejorar las políticas sociales destinadas a estas personas dependientes.

Y para concluir esta visita a la cámara oscura presupuestaria, observamos como los miembros del Gobierno apenas han prestado atención a la mayoría del territorio, pasando de las promesas de actuaciones prioritarias para actuar contra la despoblación a no contemplar ni un solo euro específico en estos Presupuestos. Lamentablemente lógico ya que todavía no está aprobada la Estrategia frente al Reto Demográfico cuyo plazo de presentación se ha ido demorando sistemáticamente: primero dijeron que sería en diciembre de 2017, luego en febrero y estamos en abril de 2018, con presupuestos pero sin estrategia y, por tanto, sin partida correspondiente.

Así que tenemos unos presupuestos presentados con demasiado retraso, insuficientes para las necesidades de Aragón y sin saber si podrán aprobarse definitivamente. Esta es la visión, tan real como oscura, de la cámara parlamentaria y presupuestaria de Rajoy para 2018.

*Secretaría General de Chunta Aragonesista (CHA)