La estación internacional de Canfranc es, además de un icono en la reivindicación de la conexión ferroviaria entre España y Francia que se quebró hace casi medio siglo, un edificio singular en un entorno llamativo. Pendientes de la demandada reapertura de la línea en los próximos años, el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro (CHA), ha presentado un nuevo proyecto para la estación pirenaica en el que afirma que se ha evitado "la megalomanía". Sin embargo, aunque se reduce de 440 en anteriores proyectos a 130 el número de viviendas que se planean, no deja de ser una fórmula urbanística polémica. Canfranc y su estación, en pleno Pirineo, en el trazado del Camino de Santiago, cerca de las pistas de esquí tiene suficiente capacidad de atracción turística para no vincular su desarrollo a la construcción.