Como era de prever, los bienes del monasterio de Sijena comprados ilegalmente por Cataluña para los que la jueza reclamó su devolución al cenobio oscense en el plazo máximo de la pasada noche están exactamente en el mismo sitio. Es decir que Cataluña no ha movido uno solo, así que la magistrada tendrá que decidir en las próximas horas cómo se las ingenia para que la parte condenada cumpla. El presidente aragonés, Javier Lambán, lo tiene claro: que mande a la Brigada de Patrimonio de la Policía. Si acepta la propuesta, el escándalo está servido: agentes de la autoridad irrumpiendo en el Museo de Arte Catalán. Probablemente es lo que buscan el consejero Santi Vila, que se ha revelado como un gran cínico, y su Gobierno: victimizarse ante el dedo opresor español. Vaya cara dura. ¡Como el hormigón armado!