Tan ensimismada estaba Celia Villalobos con el Candy crush (un juego adictivo que consiste en emparejar caramelos del mismo color) que no reparó en que el hemiciclo se había quedado vacío cuando Garzón tomó la palabra. Tampoco es de extrañar, porque los de IU tienen la santa manía de visibilizar ese ente abstracto que Rajoy denomina "los españoles que han hecho un gran sacrificio" sin reparar, siquiera por compasión, que esos sacrificados han perdido sus empresas, su trabajo, la casa, un plato caliente en la mesa y hasta la luz. Y mientras Garzón explicaba a la nada la tremenda brecha de pobreza que se ha abierto en España, Rajoy repasaba las macrocifras de la macroeconomía y de su macroestima. Muchos españoles no pueden verle en la tele porque no tienen luz, decía el portavoz de IU horas antes de que los periódicos nos emborracharan con unos datos que dan ganas de vomitar: Endesa, que tuvo un beneficio neto (sí, limpio) de 3.337 millones en 2014, ha indemnizado a su consejero delegado con 12,3 millones y ha vendido a Enel su negocio en Latinoamérica por 8.253 millones. Muchos españoles, seguía explicando el diputado mientras a Villalobos se le resistían los de menta, viven ateridos de frío porque no pueden pagar la calefacción. Quiero pensar que así como la mayoría de los diputados se ausentaron de su puesto de trabajo sin vergüenza alguna, al presidente de Iberdrola, señor Sánchez Galán, sí le saldrían los colores comparando esa realidad con los 42.000 euros que gana cada día. Periodista