A las consejeras Alegría y Gastón se les está acabando la legislatura sin tener listo el mapa de inserción laboral de estudiantes aragoneses que anunciaron hace tres años y cuyos primeros apuntes estaban previstos para mediados del 2016. El objetivo es bueno, crear una base de datos para adaptar la formación a la necesidad de las empresas y por eso se firmó el convenio de actuación, en el 2015, con las universidades de Zaragoza y la San Jorge. Pero cuando llegue, porque algún día se acabará el estudio, se conocerán los resultados y servirá para lo que se pretendía --se supone--, Aragón volverá a llevar unos años de retraso. Es lo que pasa muchas veces en este territorio. Que simples avances cuestan mucho hacerlos.