Rizamos el rizo de la memez obligando (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN) al cierre de unos mataderos rurales que en nada, y digo en nada, hacen peligrar la salud de nadie. De hecho tal medida no se basa en ningún daño real mínimamente reciente producido en nuestro entorno, y además existía (de momento) otra alternativa, pero la han desestimado probablemente por falta de información; y es que algunos venderían cosas muy sagradas para medrar en el escalafón lo que les lleva a "informar" a su señorito con poco rigor (si con ello consiguen su pláceme). Ya vimos los resultados del jueguecito otras veces, desde una tragedia en Biescas a los planteamientos en falso de un trasvase. Pues bien, perderemos calidad en la oferta de nuestro medio rural. De hecho, si usted va a comer a un pueblo ya no podrá saborear esa carne recién sacrificada que le hacía pensar que su viaje había merecido la pena. Se resentirá el restaurante, el carnicero, el ganadero, el pueblo. Se resentirá Aragón y ¿quién gana?, porque alguien gana. Pues se les llama "lobbys" y representan en ese caso los intereses de corporaciones cárnicas que quieren quitarse competencia con la excusa de presuntas mejoras técnicas sólo asumibles, en realidad, por ellos mismos. ¡Qué listos! -- Juan R. Navarro. (Zaragoza)