Por lo general, me gustan los libros que se titulan Carta a... Suelen ser sinceros, y surgir o brotar de una fuente interna de conocimiento, sufrimiento o ambos elementos a la vez. Se ajustan al tono directo de la primera persona y se dirigen a otra cercana, que parece próxima, concreta, pero que en realidad representa al lector genérico.

Carta a un joven musulmán (Seix Barral), de Omar Saif Ghosbash, reúne todas estas características, más un incentivo de máxima actualidad debido a la materia elegida: la terrible dualidad en la que se debaten las nuevas generaciones de musulmanes de todo el mundo, entre la integración y el integrismo, entre la paz y la guerra, la tradición y la modernidad.

El autor, embajador de Emiratos Árabes en Rusia, posee una gran formación. Estudió Derecho en Oxford y Matemáticas en la Universidad de Londres, y habla varios idiomas.SClBEl 1977, cuando tenía apenas seis años, su padre fue asesinado en un atentado terrorista. Pero Omar, lejos de crecer en el odio, de alimentar la venganza, se ha esforzado siempre, no por olvidar, pero sí por controlar sus peores instintos, moderando esos impulsos hacia la concordia.

Cuando cayeron las Torres Gemelas de Nueva York su hijo acababa de nacer, y Omar tuvo el horrible presentimiento de que su generación iba a crecer marcada por aquel atentado, al que pronto siguieron otros de enorme envergadura. El Islam se crispaba, sus líderes se radicalizaban, surgían profetas, guerreros, se enarbolaba la guerra santa... En medio de toda aquella locura, Omar se esforzó por aprender otros idiomas, otras culturas, por establecer lazos con pensadores de otros países, por viajar, por no dar idea o dogma por sentado antes de reflexionarlo y someterlo al empirismo e intuición de los sentidos y a la fuerza de la razón.

Lejos de caer en la monografía o el análisis de corto alcance, el autor contextualiza el islamismo en el entorno económico y político de la escena internacional: la importancia geopolítica del petróleo o las recientes guerras de Kuwait, Irán, Irak, Libia, Siria, etcétera.

Alegato por la paz, la concordia y la convivencia, este libro está llamado a convertirse en un remedio contra el fanatismo, y en una guía de la brecha que separa las religiones y mundos modernos, así como a los jóvenes musulmanes de sus padres. Brecha que en todo caso hay que coser.