Esto de la tesis doctoral de Pedro Sánchez viene de antes, sobre todo desde que saltó el tema del máster de Cifuentes y las derechas (la política y la mediática) se lanzaron a rebuscar currículos inflados y títulos discutibles de conocidos socialistas y podemistas, a fin de sostener su principio básico: y tú más. El caso es que la dichosa tesis ya fue vista por redactores de El Mundo, comentada por diversos expertos, revisada y analizada luego (en tono muy crítico) por varios profesores universitarios y objeto de innumerables bulos difundidos a través de las redes. Nunca pareció que hubiese mayor misterio en ese trabajo académico, porque gran parte del mismo estaba editado en forma de libro, un tocho descriptivo, nada original y de escaso interés.

Así que ahora el tema se ha convertido en otra cosa: al margen de que la tesis pueda ser mediocre y de que por fin se abra su versión digital para comprobar si hay o no plagios (y ojo con lo que se entiende por plagio), lo cierto es que ya no será evaluada como pieza de un doctorado, sino como el clavo ardiendo al que se agarran Casado y los suyos para no caer al abismo del máster que la Juan Carlos I le regaló al líder conservador (presunto delito).

Tras la dimisión de la ministra Montón, y con el Supremo preparándose para decidir qué hace con el máster de Casado (por el que ya han sido imputadas otras tres personas que no tienen la ventaja de estar aforadas), la posición del presidente del PP es pésima. Por eso se aferra ahora al único asidero que le ha servido el otro jefe derechista, Rivera, y los medios adscritos a su bando.

Más golpes bajos, más mierda y más intentos de justificar las propias guarradas proclamando las porquerías ajenas. Mientras, PP y Cs se abstuvieron en la votación sobre la exhumación de Franco (a la que se han opuesto sin disimulo) y los eurodiputados del primero de ambos partidos se cuidaron de apoyar, en la Cámara de Estrasburgo, las primeras medidas contra la Hungría del ultraderechista Orban, un caudillo parafascista que pisotea los ideales europeos. Ya les vale.