Es positivo que empresas de fuera quieran invertir en Aragón y es lo que pasa en los últimos años con el sector porcino, liderando el boom de las explotaciones desde el 2012. Es la segunda comunidad más productora y exportadora de cerdos, emplea a 10.000 personas y supone un 3,5% del PIB. Pero muchas firmas llegan porque Cataluña está masificada, la Generalitat no da más permisos o pone trabas y hay problemas con los purines. En Aragón hay menos pegas pero la DGA debe ser exigente. Hay mucho en juego y debe haber mucho control sanitario y medioambiental.