Algo está pasando con las obras del hospital de Alcañiz y el consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Sebastián Celaya, no es capaz de despejar las dudas ni dar ninguna aclaración. El retraso es evidente desde que en octubre pasado se pusiera la primera piedra y hasta febrero no llegó la primera máquina al terreno. Se dijo que el problema era que ninguna empresa local (hay interés en que así sea) quería hacer las subcontrataciones que OHL-Dragados proponía por sus pésimas condiciones y ahora que esas grandes empresas no encuentran un vertedero para los escombros con una ubicación y capacidad adecuadas. Todo suena raro. Que la DGA no espere a la campaña electoral para entrar en detalles.