La marca Freixenet cumple 100 años y para conmemorar este aniversario ha querido presentarlo también en Zaragoza, con una gala llena de glamour como es el antiguo Casino Mercantil (sede de Bantierra). A pesar del descenso de ventas que tuvo el cava catalán las pasadas navidades, el salón del Casino se llenó de público, pero, sobre todo, de comerciantes del sector del vino, entre los que se encontraba como artífice de la gala y de las 100 ideas, Juan Barbacil. Magistralmente organizado, la presentación estuvo amenizada de música y voces. Las 100 ideas debían de partir de los artistas y diseñadores seleccionados, teniendo que pintar una botella para luego ser expuesta para su venta, y el importe recaudado ser entregado a una ONG, sin determinar. Todo esto nos lo contaba mientras hacía una alusión histórica a la relación entre el arte y el vino, presentando imágenes del dios Baco pintado por Caravaggio y Velázquez. El representante de Freixenet estaba encantado por la buena acogida y porque la idea de pintar las botellas le salía gratis; los artistas no cobraban ni un céntimo, pero algunos se dieron cuenta de la astucia, que consistía en camuflar una intención de propaganda y marketing de la marca utilizando a los artistas aragoneses, vendiéndoles el fin hacia una desconocida ONG, cuando en realidad el trabajo se hacía para la marca del cava, en todo caso la generosidad debería de partir de Freixenet. ¡ah, el arte!, cuanto caché da. No me imagino a Icíar Bollaín haciendo el millonario anuncio gratis, ni a los músicos de la gala, ni a los del fabuloso catering. ¿Por qué entonces esa falta de consideración a los profesionales de las artes visuales?, una pregunta sin respuesta.