La novedad más relevante que aporta el barómetro de primavera del GESOP en relación al de invierno (hace cuatro meses) es el fulgurante ascenso de Ciudadanos (C's), lo que hace que el tripartidismo de PP, PSOE y Podemos se convierta en cuatripartidismo. La comparación entre los dos últimos sondeos es reveladora: C's obtendría ahora entre 55 y 59 escaños (17,7% de los votos) mientras que en diciembre apenas podía formar grupo (sacaba de 3 a 5 escaños); Albert Rivera es ahora el político mejor valorado y el único que aprueba (5,3 frente a 4,6 cuatro meses atrás), con un conocimiento que ha pasado del 61,7% al 81,6%, y, finalmente, Ciudadanos es el partido que ofrece más confianza a los consultados (27,9%).

La explosión de C's tras su éxito en Andalucía incide especialmente en los resultados del PP, aunque muerde también en otros partidos, y de ahí el estancamiento o el descenso en las expectativas de Podemos. El PP sigue en primer lugar, pero perdería 20,6 puntos desde las generales del 2011 y unos 80 escaños. Sin embargo, el inicio de la recuperación económica está siendo percibido sobre todo por los votantes del PP (el 63,2% opina que lo peor ya ha pasado). En ellos confía Mariano Rajoy, que ha centrado toda su estrategia en la recuperación del voto gracias a la mejora económica. Los datos globales son, sin embargo, mucho peores: el 73,5% estima que la situación sigue siendo mala o muy mala. Mientras el PP resiste a duras penas, Podemos se desinfla, aunque Pablo Iglesias se alza aún con las preferencias para ser presidente del Gobierno (19,4% frente al 16% de Rivera). En la intención de voto, Podemos, que en diciembre había superado al PSOE, con más de 100 escaños, se quedaría ahora entre 72 y 82, casi empatado con los socialistas.

La consecuencia de este nuevo panorama es lo complicada que puede ser la gobernabilidad, la política de pactos. Sobre esto incide la segunda parte del barómetro, que publicamos hoy. A la espera de que las municipales y autonómicas de mayo nos den pistas de hacia dónde pueden inclinarse los electores, estos se muestran muy divididos en sus alianzas preferidas. Solo parecen de acuerdo en algo: rechazar la gran coalición PP-PSOE, la única fórmula que podría ahora alcanzar la mayoría absoluta, pero que solo recoge el apoyo del 8,3%. Aún quedan meses para esperar que el panorama se aclare.