Al consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, se le ha abierto un complicado frente con la radioterapia. Ya no solo Teruel, sino Huesca, solicita un acelerador. Y lo hace con el apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer, que pide la inversión al considerar que hay quien muere sin recibir los cuidados necesarios por falta de disponibilidad. Es obvio que una reclamación de esta naturaleza recibirá el apoyo de todos, también el de los medios, pero en un escenario de recursos finitos Sanidad debe ser clara y explicar cuánto cuesta y si puede pagarlo. Lo demás es generar expectativas.