El recorrido vital de un ser humano que pretenda vivir con integridad y disfrutar de cada segundo de su existencia, debiera estar guiado por una pauta incuestionable: actuar en todo momento, con y a conciencia. De esa forma lleva latiendo desde hace 19 años el Congreso de Periodismo Digital de Huesca, un foro exquisito de debate en el que más de 300 profesionales del gremio, analizan, desmenuzan y ejercen la autocrítica necesaria para con el periodismo del siglo XXI, los nuevos proyectos, formatos y formas de ejercer la práctica periodística. Y, si en algo confluyen y coinciden, es precisamente en el hecho de que el periodismo de hoy, más que nunca, debe ser «un periodismo más crítico con el poder, de calidad, de conciencia, de valores, independiente de los poderes políticos». Así lo manifestaba el telonero del congreso, Nacho Cardero, director del digital El Confidencial, con el que coincidían el resto de colegas que participaban del ágora. ¿Cuánto hay de cierto en ello? Todo. En efecto, durante las últimas décadas los periodistas hemos padecido la misma desafección por parte de la ciudadanía que la clase política, y en algunas ocasiones, con razón, porque hemos consentido y apostado por la declaracionitis de nuestros popes políticos, dejando a un lado nuestro verdadero cometido, explicar el porqué de las cosas y contar las claves para entender los procesos. La sociedad nos impone un cambio. Luchemos todos, con y a conciencia, por recuperar la credibilidad de los mensajes emitidos por los medios y su papel como mediadores y garantes de las democracias.

*Periodista y profesora de universidad