El conflicto entre Educación y la concertada que aparentaba haberse resuelto con el proceso de escolarización llegando a su fin, persiste. Unas nuevas cautelares judiciales que afectan a cuatro colegios abren nuevas ramificaciones que provocan el desgaste político de la DGA y la incertidumbre social por encima del impacto de las medidas. Los niños afectados mantendrán de momento su plaza en el colegio elegido y si nuevos recursos dan consistencia a la eliminación del concierto, la DGA deberá buscarles plazar, pero con la planificación ya prácticamente cerrada. Se vuelve al pulso entre patronal educativa, Administración de la pública y autos judiciales. Semanas y semanas para volver al principio.