El servicio Bizi está generando un conflicto con el Ayuntamiento de Zaragoza. La empresa concesionaria, tras el bajón de los usuarios como consecuencia de la sentencia que prohíbe circular por las aceras reclama al municipio que se haga cargo del déficit o lo llevará a los tribunales. ZeC, por su parte, pretende ampliar la oferta a más barrios y, en ese posibilidad se podría fraguar un acuerdo, aunque este supondría altas inversiones del consistorio en los próximos diez años. Un conflicto de intensidad a la vista, ya que pese al valorable impulso que se quiere dar a la movilidad en bicicleta, está por analizar si el número de usuarios justificaría las inversiones necesarias o exigidas para sacar adelante el proyecto.