El informe del Consejo de Estado que ha dictaminado que el Ministerio de Defensa sí tuvo responsabilidad en el accidente aéreo del Yak-42, da un vuelco --al menos político- a un caso que que ya pasó por los tribunales. El entonces ministro Federico Trillo no asumió ninguna de las responsabilidades que hoy el consejo atribuye al órgano que dirigía. Las familias de las 62 víctimas no encontraron entonces en los dirigentes el apoyo necesario para conocer la verdad, más bien al contrario. Y hasta hoy han tenido que escuchar unas palabras de Mariano Rajoy distantes y huidizas.