Boaventura de Sousa Santos ha publicado 11 Cartas a las Izquierdas, unos documentos breves, pero llenos de calado político. Todo político de izquierdas, pero de izquierdas de verdad, no sólo en campaña electoral, debería leerlas. Podrían servirles de motivo para un debate profundo y sacar unas conclusiones, y así construir un discurso político para hacer frente al neoliberalismo imperante, que ha sido asumido con más o menos convicción por la socialdemocracia en sus versiones «tercera vía o social-liberales». En esta convergencia «centrista» manifiesta en alternancias entre centro-derecha y centro-izquierda o en gobiernos de gran coalición se han difuminado las diferencias de fondo entre opciones partidistas. Los llamados partidos de gobierno se han reconvertido en «cártel» de mutua defensa y se han limitado a una competición electoralista basada en recursos cosméticos en la que los ciudadanos se convierten en meros consumidores pasivos.

De Sousa Santos en su Tercera Carta señala que la derecha tiene a su disposición a todos los intelectuales orgánicos del capital financiero, de las asociaciones empresariales, de las instituciones multilaterales, de los think tanks y de los grupos de presión, que le proporcionan a diario datos e interpretaciones que no son siempre faltos de rigor y siempre interpretan la realidad llevando el agua a su molino. En mi reciente artículo Le voy a dar un dato, la diputada del PP Carolina España Reina para replicar al representante de Cáritas dijo: Se habla mucho de la pobreza y he estado buceando entre distintos índices. El Instituto Juan de Mariana señala que España es uno de los países con menor desigualdad real de Europa. Les recomiendo que busquen en la red el susodicho Instituto y comprobarán su ideología. Tienen muchos otros think tanks.

Por ello, la derecha tiene un discurso muy bien construido y perfectamente ensamblado, con el que convence a amplios sectores de la ciudadanía, sin apercibirse esta de que le está perjudicando gravemente. Ya lo dijo Carlos Marx en la Ideología alemana “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante.” En definitiva, un poder hegemónico. Para Iñigo Errejón la hegemonía, es la capacidad de un grupo particular de vertebrar en torno a sí el interés general, haciendo ver que su interés particular es el de toda la sociedad, de tal manera que puede hablar en su nombre, poner las etiquetas, y definir los temas y los adversarios. En nuestras sociedades mandan quienes son capaces de construir en torno a su dirección un consentimiento general y que la gente vea el mundo con las gafas, con las palabras, con los conceptos de la clase dirigente. Mandan porque tienen la capacidad de integrar y excluir a la vez. Las razones de los dominantes incluyen en forma subordinada las de los dirigidos, les dan sentido y alguna forma de esperanza dentro de su orden. La coacción es lo último. Para Nicos Poulantzas, «El Estado capitalista agrupa por arriba y dispersa por abajo, es decir, fragmentar y dispersar el descontento». Integra una parte del descontento y otra la manda a la resignación y a la marginalidad. Por último el poder hegemónico supone que incluso cuando los adversarios lo desafíen, lo tengan que hacer con sus propios términos.

En la España actual el discurso hegemónico lo tiene el PP. Se basa en unas ideas fuerza: «La salida de la crisis está próxima, gracias al crecimiento económico creamos ya 500.000 puestos de trabajo -ni uno más ni uno menos, 500.000--, que nos posibilitará el mantenimiento del Estado de bienestar». En el ámbito educativo el discurso es breve y claro: «Calidad de enseñanza y la libertad de elección de centro». Y estas ideas-fuerza repetidas una vez tras otra por la mayoría de los medios de comunicación a su servicio, van calando como el agua fina en amplios sectores de la sociedad española, que sumisamente las asume.

En dramático contraste, ¿cuál es el discurso político hoy del PSOE? ¿Cuáles son esas ideas-fuerza para convencer e ilusionar a la ciudadanía española? ¿Derogar las reformas laboral y de pensiones del PP, manteniendo las de ZP? ¿Mantenimiento o no de la austeridad? ¿Qué proyecto a nivel educativo, salvo la derogación de la LOMCE? ¿Defender la enseñanza pública, concertando cada vez más aulas? Hoy sus prebostes están más ocupados por denigrar a Podemos, ya que ha tenido la osadía de ocupar un espacio político, que consideran como patrimonio suyo.

Termino citando de nuevo a De Sousa Santos, cuando están en el poder, las izquierdas no tienen tiempo para reflexionar sobre las transformaciones que ocurren en la sociedad y, cuando lo hacen, siempre es como reacción a cualquier acontecimiento que perturbe el ejercicio del poder. La respuesta siempre es defensiva. Cuando no están en el poder, se dividen internamente para definir quién será el líder en las próximas elecciones, de modo que las reflexiones y los análisis están relacionados con este objetivo.

*Profesor de instituto