El sector de la construcción vuelve a tomar empuje en Zaragoza. Una treintena de obras están en marcha en la capital aragonesa y los compradores empiezan a adquirir los pisos sobre plano. Tras 9 años de crisis en el que los precios de las viviendas se desplomaron, poco a poco los ciudadanos empiezan a disponer de cierta seguridad laboral y se animan a la adquisición de casas. A esta recuperación también se suman los pequeños inversores que ante la caída de los intereses bancarios vuelven al ladrillo para ganar rentabilidad. Esperemos que no haya otra burbuja inmobiliaria.