La DGA ha decidido poner orden en el mar de Aragón. Con el acuerdo de los representantes de los pescadores de Caspe, modificará la Ley de Pesca para acotar el pantano y cobrar a los 20.000 pescadores que se calcula acuden a estas aguas a lo largo del año. No se trata de un mero afán recaudatorio, sino de disponer de fondos con los que atajar el creciente furtivismo, mejorar las infraestructuras y atender los problemas medioambientales que se generan por esta presencia en las riberas y en el propio embalse. Hay que cuidar lo público.