Una atención sanitaria de calidad exige recursos humanos y técnicos que permitan hacer frente a las necesidades de los pacientes. En la comunidad, la inversión en tecnología del sector se ha multiplicado por diez en los últimos cinco años, pasando de los tres millones de euros que se destinaron en el 2012 a los 33 del pasado ejercicio. Los avances en tecnología exigen una renovación de equipos imprescindibles para el diagnóstico o tratamiento de distintas patologías y su adecuada disponibilidad supone una garantía para la calidad en la atención del sistema sanitario.