Los militantes del PP más cercanos al dimisionario Carlos Muñoz aumentaron ayer su indignación por la marcha del diputado. Al constatarse que PP y PSOE han pactado que a partir de ahora los viajes como los que realizaba el turolense para ver a su novia en fines de semana o periodos sin actividad parlamentaria serán autorizados, consideran que su dimisión forzada por la dirección regional ha sido totalmente injusta. Vaya cabeza de turco.