Continúa la suma de datos positivos para la economía española. Esta vez, el índice del segundo trimestre del año señala un crecimiento del 3,1%. Son ya ocho trimestres de crecimiento continuado. Hace una semana se conocían los datos de empleo (EPA) del mismo periodo, que indicaban la realización de 411.000 nuevos contratos. En otras ocasiones hemos señalado la diferencia que aún existe entre cantidad y calidad del empleo, lo que ahora no impide que el motor del crecimiento sea el consumo interno y no la actividad exportadora. Son datos buenos para el Gobierno, que mantiene así la esperanza de que los electores le reconozcan la gestión, tan contestada en general. Sin embargo, hay que aparcar la euforia. Los pronósticos indican que, pese a seguir creciendo, en la segunda mitad del año y en el 2016 habrá una ligera desaceleración ya que los efectos externos que nos favorecen, como el bajo precio del petróleo y un euro depreciado, no son estables. Y hay que recordar que lo importante es salir de la crisis con mejor empleo y una economía que no tenga los defectos del anterior modelo, algo que aún está lejos.