Podemos amagó ayer con desmarcarse del techo de gasto que presenta la DGA en las Cortes como paso previo --y obligado-- a la tramitación presupuestaria. Tras decidir el pasado lunes que apoyaría las cuentas de la DGA, el paso atrás que hoy puede dar la formación morada en el parlamento es una absoluta irresponsabilidad. Pablo Echenique defiende el carácter asambleario de la formación, y la toma de decisiones colegiada, pero tiene que dar un golpe de autoridad, defender los acuerdos y demostrar que son un partido de palabra. Dar marcha atrás ahora es más bien dar risa.