Los partidos han de evolucionar en la forma de abordar la campaña electoral. Los actos públicos se han convertido en actividades de uso interno, vinculados a militantes, simpatizantes y amigos. Son los medios de comunicación, tradicionales o nuevos, los verdaderos soportes de la confrontación de ideas y propuestas. Del mismo modo que el día de reflexión puede considerarse ya un anacronismo, hacen falta más debates abiertos a los ciudadanos. Por eso hay que celebrar que la TV autonómica celebre debates a dos o debates a cinco entre la presidenta Luisa Fernanda Rudi, y el líder de la oposición o del resto de fuerzas parlamentarias. La norma sobre el reparto de tiempo en los medios públicos es estricta y sigue siendo justificada pero tanto la DGA como los partidos se equivocarían si no se abren a nuevos formatos.