Lo del comité de huelga ya no es una reclamación de derechos laborales. Tanta amenaza, chantaje y coacción suena a otra cosa. ¿Por qué reclaman y presionan al Ayuntamiento de Zaragoza? ¿Por qué no se encierran en las cocheras de AUZSA? Al comité se le está viendo que lo único que exige son privilegios y, por mucha incapacidad que manifieste el alcalde para resolver una huelga que avanza hacia los 100 días, por muy timorato que sea, no puede caer en la trampa. El conflicto tiene más de 150.000 rehenes (los usuarios) y su paciencia se agotó hace ya días. Pero hay también otros prisioneros: muchos trabajadores que secundan los paros y que no ven tan claro rechazar la buena propuesta del SAMA. Se ve que a la empresa mexicana le da igual el conflicto de Zaragoza. Y el ayuntamiento no sabe qué hacer. Hace falta cambiar de negociadores y dejar a los trabajadores que voten en una urna si les gusta o no la propuesta del SAMA. Y el alcalde debería echar a los encerrados de las dependencias municipales porque allí solo se chantajea, no se reclaman derechos laborales. ¡Ya está bien de tanto consentimiento!