Al Tribunal Superior de Justicia de Aragón, y a su presidente, Manuel Bellido, debería hacerle reflexionar que el Gobierno regional, varios partidos políticos y numerosas personas consideren poco justas y hasta desconcertantes algunas de sus decisiones. No es de recibo que hace un mes autorizara a la DGA a reducir a 45 minutos el tiempo semanal dedicado a Religión en las clases de Primaria y ahora lo impida y obligue cautelarmente a seguir impartiendo hora y media semanal a esta enseñanza el próximo curso. No puede ser que el Ejecutivo gobierne cumpliendo «todos los preceptos legales», como dijo el TSJA hace un mes, y ahora dé la razón a los obispos que logran frenar el recorte. Algo no se entiende bien y da qué pensar,