Menudo papelón. Resulta que Luisa Fernanda Rudi retrasó hasta diciembre la presentación de los presupuestos del 2012 para Aragón y los inopinados cambios en su Gobierno le han obligado a retirarlos en una fase aún incipiente de su tránsito parlamentario. El fichaje de su consejero estrella, Mario Garcés, para el cargo de subsecretario y el acomodo del PAR en el Ejecutivo han dado al traste con un documento absolutamente necesario para reactivar no solo el sector público aragonés, sino el conjunto de la economía regional. O Rudi está muy desconectada de las decisiones de Génova o peca de improvisación, pero el patinazo ha sido de órdago. Máxime para quien presume de fiabilidad, de capacidad y de liderazgo, y para quien hace de las garantías jurídicas e institucionales bandera y casi única guía de su acción pública.