En Ejea ha causado consternación el desenlace del tiroteo que provocó un hombre de 73 años y que acabó muerto tras asaltar la Guardia Civil la casa en la que estuvo atrincherado doce horas. Los vecinos se preguntan, y con razón, si las fuerzas del orden no podían haber actuado con menos contundencia al tratarse de un septuagenario que no tenía ni rehenes. El delegado calificó el desenlace de "inevitable", pero lo que no ha explicado es por qué no se podía actuar con botes de humo dentro de la casa o con otras acciones menos drásticas.