Estas son unas líneas de despedida. Provisional al menos. Gracias a la generosidad de EL PERIÓDICO he disfrutado mucho asomándome a esta página --desde el pupitre--, o sea, desde un lugar académico, de permanente aprendizaje. Obviamente, no soy periodista, no he hecho información, sino que he participado en la sección de Opinión. Y para opinar con cierto sentido, hay que estar informado, leer a los demás, aprender y reflexionar antes de ponerte a escribir. Cuando el director, hace ya más de diez años, me invitó a participar, lo hizo con el argumento de que los universitarios no solemos comprometernos en la vida pública. Me di por aludido y acepté su reto. Los amables lectores saben que siempre he defendido unos valores: la libertad, la Justicia Social, la igualdad y un modelo social que concrete estos valores y promueva la solidaridad a través de lo público, en una sociedad más democrática. Ese modelo se viene llamando Estado de Bienestar y en algún momento llegó a ser una seña de identidad europea que ahora está en peligro. He tratado de hacerlo con sinceridad y con honradez. Y de la misma forma seguiré defendiendo lo mismo que toda mi vida, incorporado al proyecto político del presidente Lambán, con humildad pero con el mismo entusiasmo y con la ilusión con la que emprendí siempre los compromisos. Dejo también provisionalmente las aulas de mi querida universidad. Mientras tanto seguiré siendo, como siempre, un fiel lector de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

*Profesor de universidad