Para apuntalar el frente común de Aragón, Asturias, Galicia y Castilla y León exigiendo más financiación pública aportó ayer unos datos interesantes el consejero aragonés Vicente Guillén. Educación: el coste de una plaza escolar en un pueblo con diez alumnos por curso es de 8.000 euros frente a los 3.000 de Zaragoza capital. Sanidad: en una comunidad tan dispersa hay muchos médicos que tienen menos de 500 tarjetas sanitarias, y cuyo coste es por tanto mayor. Frente al 6% de casos en España, en Aragón el porcentaje es del 19%. Hay muchos más ejemplos, pero apenas con estos se puede entender que la petición de una financiación autonómica adecuada es totalmente legítima, y debe ser atendida.