No sobran en Aragón «temas de Estado»; aquellos que deberían estar fuera de veleidades partidistas y representar causas comunes. Uno de ellos es la despoblación, pero por lo oído ayer sigue siendo objeto de controversia. La vicepresidenta de la Diputación de Huesca, la socialista Elisa Sancho, saltó ayer contra los anuncios del Gobierno de España, en manos del PP, por hacer electoralismo con las medidas anunciadas por el presidente Rajoy. ¿Por qué un tema tan sensible no se separa de esa liturgia maniquea tan empobrecedora, por la cual cuando una medida la toma un partido es magnífica para los suyos, pero si viene del contrario resulta perniciosa? El infantilismo de la política aragonesa roza el absurdo, a veces.