La Fiscalía, la derecha justiciera, la gente de mucho orden y la inconmensurable torpeza del independentismo catalán andan revueltas, pasándose sucesivamente de acelerón o de frenada. El Procés ha saltado por los aires. No obstante, suponer que las elecciones del 21-D abrirán una nueva y luminosa etapa no deja de ser un desideratum improbable. De momento, las encuestas (sí, ya sé que fallan más que una escopeta de ferias, pero es el único indicador que tenemos) profetizan una situación que de novedosa tendría más bien poco.

Hay consecuencias que ya se pueden adelantar. Para empezar, la delirante aventura secesionista ha provocado fenómenos de respuesta que, de entrada, facilitarán la hegemonía conservadora en España y permitirán la recuperación en parte del bipartidismo (qué tranquilo se habrá quedado Pedro Sánchez, al ver que esta vez eligió el bando ganador). Gracias al desdichado Procés, la rojigualda ha salido del armario y se ha convertido en un símbolo transversal, las izquierdas han fracasado en sus diversas propuesta de diálogo y Podemos sale muy tocado del envite, el Estado de las autonomías se ha revelado mucho más fuerte de lo que pudiera pensarse, el mal llamado régimen del 78 ha recuperado presencia y potencia... No está muy claro cómo evolucionarán las cosas en Cataluña, donde casi dos millones de entusiasmados nacionalistas intentan explicarse a sí mismos qué diantres ha pasado; pero en el resto del reino el nacional-unionismo ha ganado mucho espacio. Rajoy, una vez más, se ha salido con la suya siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. El tuerto en un país de ciegos.

Ahora, cuando el Procés deje paso a los procesos judiciales contra los desdichados líderes del independentismo, las causas por corrupción habrán de adquirir categoría de anécdotas. Un día de estos saldrá la sentencia de la Gürtel, y con un poco de suerte será noticia de segundo o tercer nivel. Pero no hay mal que por bien no venga: las izquierdas han podido comprobar la insoportable levedad de los nacional-periféricos. ¿Se habrán enterado? H