Los ciudadanos hacen cada día un mayor uso de las nuevas tecnologías y de sus aplicaciones, también en las gestiones y trámites con la Administración. El Gobierno aragonés, por tanto, está obligado a renovar su parque tecnológico, en muchos casos, superado por la velocidad de cambio de los propios sistemas. La DGA ha inicido ya este proceso para actualizar los equipos en 17.000 puestos de trabajo hasta finales del 2018. Y es que el 80% de los equipos de la Administración tiene más de nueve años. La transformación tecnológica debe poner el foco en lograr la mejora en la eficacia de los servicios que se prestan al ciudano y ello exige contrastar con frecuencia la capacidad de las herramientas para asegurar los procesos.