De dónde viene la disciplina de voto? No está en la Constitución. Tampoco está en los reglamentos del Congreso ni del Senado. Os remito unas breves consideraciones para que os puedan informar sobre su origen, sobre su práctica y sobre todo de las consecuencias que puede tener el próximo sábado.

En el año 1977, después de las primeras elecciones democráticas llegamos 350 nuevos diputados al Congreso, diputados nuevos y sin ninguna experiencia. Yo pertenecía a la UCD. El grupo parlamentario de la UCD estaba formado por diputados que procedían de bastantes partidos políticos y en cada una de las votaciones, el portavoz del grupo indicaba el sentido de la votación, pero no obstante, dentro del grupo existía bastante intercambio de opiniones. Había un cierto nivel de debate en cada una de nuestras votaciones donde se exponían bastantes posiciones, a veces contrapuestas. En cierta manera, lo que muchos comentaristas políticos actuales echan hoy en día en falta en el funcionamiento de nuestras cámaras, era como funcionaba la UCD.

No obstante, ya en ese mismo año 1977, y siendo nuevos y sin experiencia como los demás, el grupo socialista, funcionaba en la cámara con una unidad y una uniformidad total. Y conforme avanzaba la legislatura nos fuimos dando cuenta de que si el grupo socialista votaba a favor en una votación, los 118 diputados socialistas votaban sí a esa votación. Y si por el contrario votaban no o se abstenían, eran los 118 diputados socialistas lo que votaban no o 118 diputados los que se abstenían. Si existía algún tipo de debate en el partido socialista era interno porque en el Congreso de los Diputados, el grupo socialista era como una falange macedónica o como una centuria de las legiones romana: protegiéndose mutuamente, en orden cerrado, unos detrás de otros con los escudos plegados y las lanzas desplegadas por los que iban en primera línea.

Después de que apareciera la legión romana, los bárbaros y otros enemigos tuvieron que adaptarse al orden cerrado si no querían que los aplastaran en la batalla. Y lo mismo sucedió en el Congreso: los demás grupos tuvimos que responder con la misma unidad y uniformidad e incorporarnos a órdenes cerradas. Y así, nació el sistema de votos de dedos (han pasado muchos años y si no creo recordar mal, con un dedo se votaba sí, con dos no, y si levantabas tres dedos era abstención)

El sistema de disciplina de votos también ha sido ayudado por otros factores como el procedimiento para la formación de listas, pero en los primeros tiempos y en la primera legislatura, este factor influyó menos y por eso es interesante explicar el origen de la disciplina de voto. No está en ningún texto y tampoco lo recoge ningún reglamento, porque de hecho, la Constitución lo prohíbe. La disciplina de voto nació como dicen los de izquierdas, de la “praxis”. Y la “praxis” ha seguido desde entonces en el PSOE al que no se lo conoce (yo al menos no lo recuerdo) que se haya separado de una total disciplina de voto. El partido socialista ha podido cambiar de políticas en función de sus propios intereses y llevar la tasa de paro en España tres veces por encima del 20% ( en los años 1984, 1995 y 2011) pero este partido “progresista” y paradigma de lo “democrático” siempre ha mantenido como principio fundamental la disciplina de voto.

La cuestión que se plantea en estos momentos es qué pasará el próximo sábado, día 29, en la segunda votación de investidura y aparentemente el tema está completamente abierto.

Mi opinión personal es que el PSOE mantendrá la disciplina de voto en esa votación aunque todas las informaciones apuntan a que pueda suceder todo lo contrario. Pero amigos, el PSOE es el PSOE y siempre seguirá siendo el PSOE. Los socialistas son primero socialistas, y después, a bastante distancia, son las demás cosas. El tema de Rajoy sí o Rajoy no, es importante, pero mucho más importante es ser socialista y saltándose la disciplina de voto establecida por el partido se deja de ser un buen socialista. En consecuencia, yo creo que la disciplina de voto se mantendrá en el PSOE. (Otra cosa es que las partes estén tomando posiciones personales e interesadas de cara a un futuro congreso del partido sabiendo por su propia experiencia que estos congresos socialistas están llenos de luchas y peleas casi peores que las de la época de los godos.)

Sin embargo, podría suceder, que en la próxima votación de investidura, no se cumpla la disciplina de voto en el PSOE y, esto sí que sería un acontecimiento histórico. Elegir a un presidente de gobierno es importante. Y, si esta elección ha tardado un año, lo hace todavía más significativo. Pero desde 1977 se han elegido a doce o trece presidentes de gobierno y, por tanto, siendo todas las elecciones muy importantes, desde el punto de vista del análisis de la experiencia democrática española no tienen el inusual y novedoso acontecimiento de la pérdida de disciplina de voto por el PSOE. Estad atentos, porque si eso sucede, podemos ver un suceso único.

Yo insisto en que el PSOE mantendrá la disciplina de voto. Las cosas creo que serán como la experiencia y la tradición nos dicen que tienen que ser. Posiblemente sea la menos mala de las soluciones. H

*Economista y exdiputado de UCD y de AP