Tiempos difíciles estos que nos ha tocado vivir, los sentimientos y los pensamientos van dispares y eso nos conduce a conclusiones que desdibujan la realidad. Los ciudadanos con sus preocupaciones que se han visto incrementadas por sucesos en los que ellos han tenido y tienen escasa participación y los gurús que entienden y marcan el camino a seguir en disquisiciones de una pureza incierta.

¿Cuál es la verdadera riqueza que tiene el conjunto ciudadano?, creo que una gran mayoría estará de acuerdo en que la diversidad de opiniones que conducen al debate, nos llevan a encontrar la solución que favorezca a la mayoría, sin denigrar a la minoría.

Pues bien, he vivido tiempos en los que la gran crítica se centraba en aquellos partidos políticos con identificación de pensamiento único y mandato absoluto del líder a las bases y debo decirles que esa crítica me parecía acertada, pues sin duda esa forma de gestionar un partido político, se alejaba de la libertad de los individuos y del verdadero sentido de la democracia, daba todo el peso al debate, basado en la diversidad de criterios.

La actualidad parece que en su continua evolución al cambio, ha revertido su metodología y esos fantásticos especialistas en opinión política, nos cuentan que cuando en un partido político hay discrepancias de opinión sobre un tema determinado, en este caso, sobre qué debe hacerse en relación a la acción sobre que los españoles tengamos un gobierno en base a nuestro mandato soberano, ello significa que el partido se está rompiendo, que el líder ya no lo es y que la responsabilidad de lo que suceda recaerá en ese grupo y en nadie más.

Curiosa forma de entender la sociedad y sobre todo de comprender a los votantes ciudadanos, que hemos establecido un criterio uniforme, en las dos ocasiones que se nos ha preguntado; a saber: hemos mantenido la decisión de quien ganaba las elecciones, con un matiz, que debería rectificar sus formas, no en vano le hemos quitado casi cincuenta escaños; hemos también insistido en decir que queríamos mantener a quien debiera ser la alternativa, también con indicación de corregir su rumbo y mostrarnos que estamos en lo cierto, que mañana pueden ser gobierno y a partir de aquí, ya nuestras posiciones se han centrado en criterios de una demanda política que se posiciona ideológicamente en uno u otro de los dos primeros.

Señores gurús, no nos empobrezcan el panorama de convivencia social con esos saltos, que más que intelectuales, parecen de la rana; alabemos el debate y no le coartemos con el único propósito de conseguir un protagonismo que no se posee, pues lo cierto es que no son actores y que desde la barrera se ven bien los otros, pero hay que bajar al ruedo.

Demos valor al debate, a la riqueza de ideas y permitamos que el pensamiento fluya con libertad y sobre todo sea cual sea la interpretación y decisión final que unos grupos u otros hagan de nuestra voluntad pronunciada, que no nos pregunten más, pues acabaremos todos en el psicólogo y por cierto, que la responsabilidad es fórmula de carácter subjetivo y nadie tiene el dominio único de su significado. Presidente de Aragonex