A buenas horas sale a defender Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, que las competencias en materia hidráulica son del Estado, y que las comunidades autónomas no tienen capacidad administrativa en la materia. Puesto que Alfonso Guerra no es un diputado al que se le pueda despistar materia sensible de los estatutos, habrá que convenir que está de acuerdo y bendice todos los derechos que se arroga el Estatuto valenciano en cuestión de aguas. Si es así tendrá que explicar al presidente de Aragón por qué el PSOE tiene dos raseros para medir la gestión del agua.